Eran  las 4 de la tarde, aún la luz del día estaba tenue, se concebía la reunión de un grupo de amigos, que por los años  maduraron hasta una etapa dónde el color plateado o las arrugas se hacen común, el tiempo transcurría  y lo que fue una reunión de comida y recuerdos, surge la cuestión, el más alto quien siempre fue alguien que disfrutaba del discurso y las charlas sobre las vicisitudes,  de nombre Iván se propuso plantear la siguiente  cuestión delante de la mesa ¿Qué pasaría si se pudiera volver, específicamente a un punto en la vida dónde  quisiéramos cambiar algún aspecto? Lo sé, lo sé, los viajes en el tiempo son inexistentes pero en algún momento de nuestras vidas hemos querido cambiar algo, un error, tomar una mejor decisión, aceptar esa oportunidad, en fin esto puede variar dependiendo el individuo.

Claro que sí respondió Sergio, es evidente que siempre alguien cometió un error o perdió alguna oportunidad, y desearía cambiar la vida. Luis respondí en un tono un poco molesto – las personas que buscan cambiar algún aspecto del pasado es por qué no están conformes con su presente, y no son agradecidos con lo que son  y con lo que tienen. El pasado es el deseo irremediable del camino que se ha dado, y que si bien en ningún sentido digo  que somos perfectos para no intentar  cambiar algo, no se trata del buey  que utiliza el labrador para hacer que el surco este derecho y que si bien salió chueco uno lo vuelve y lo corrige, pasado es pasado y con fallas, es lo que somos hoy.

Pero esta respuesta no satisfacía al alto, y dijo: no se trata de cuestionar nuestro presente, si no lo que deseo cuestionar es el pasado, si imaginamos como se suben las montañas, se acostumbra a transitar el camino ya desarrollado y eso no llama la atención, pero que tal si se va por un campo no estudiado antes, parte del recorrido ya conocido es el presente que nos trajo aquí, pero que sería si nos aventuramos en algún punto en la vida que hubiera determinado otro destino, habría que abrir mucho la mente para entender dónde estaríamos. Sergio dijo, pues si yo hubiera tomado otra decisión, probablemente ni siquiera habríamos podido compartir esta comida, y no hubiera podido  verlos y menos aún no hubiera podido tener está conversación, lo que sea que hubiera estado haciendo en este presente, me alejaría de dónde estoy ahora, y si marco un día en específico, fue la oportunidad que no tome de viajar a un lugar, simplemente escogí la familia y el amor a priori que el destino. Luis pensó más la pregunta y dijo, tal vez me hubiera gustado utilizar que dinero que tuve en su momento para viajar e ir al concierto de ese cantando que tanto admire, lástima que ahora ya no puede cantar, pero pienso que en cuanto a mi presente no sé si me hubiera cambiado en algo.

Entonces Iván simplemente comentó: el cambiar el pasado podría ser solamente una caricatura de nuestras mentes, dónde muchas cosas posibles o no posibles hubieran sucedido, pero una mirada al pasado también nos recuerda que cosas perdimos, pero sobre todo que cosas ganamos y que sin el pasado jamás tendríamos el presente.